martes, 18 de noviembre de 2014

A nadar se ha dicho!


Mis hijos odian ir a la piscina. No en verano para jugar claro está, epro como les apunté a natación cada marte sy jueves mi coche se convierte en un dramón prenautico. No les gusta ir porquer les da pereza cambiarse y porque pasan frío al tirarse al agua, luego s elo pasan bomba que ya me encargo yo de mirar desde las gradas. Y aunque ellos no lo sabne lo mejor es que llegan a casa como osos perezosos, cenan y se van a dormir. En definitia la natación les calma y les relaja. Eso sí, no me voy a hacer la fuerte y voy a confesar que a veces me dan ganas de dar la vuelta al coche y volverme para casa.

Así que para todas las mamás que se encuentran en mi situación he decidido hacer una listado de todos los beneficios que tiene llevar a los peques a la piscina. La natación es un deporte muy completo: involucra todos los grupos musculares. En los niños y adolescentes, este ejercicio fundamentalmente aeróbico y realizado de manera regular, provoca no sólo un disfrute activo del ocio, sino una reducción de los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular. El medio acuático es el espacio físico más completo que existe para el desarrollo de las aptitudes físicas, psíquicas y neurológicas. La natación se puede practicar desde los primeros meses de vida, estimulando el reflejo glótico e iniciándose en el aprendizaje a los 3 años.

Razones para nadar

  1. Controla el peso corporal, lo que previene la obesidad en niños (y el 80 por ciento de niños obesos lo serán también de adultos).
  2. Ayuda a mantener unas cifras de tensión arterial más bajas.
  3. Baja la concentración de colesterol en sangre: reduce el desarrollo de la arteriosclerosis desde la infancia.
  4. Disminuye los niveles de glucosa en sangre debido a que el ejercicio aeróbico produce una mayor sensibilidad a la insulina. Por ello, reduce las necesidades de insulina en niños diabéticos.
  5. Contribuye a aumentar cualitativamente la capacidad de esfuerzo físico en niños, condicionando una mejor respuesta cardiovascular.
  6. Mejora la flexibilidad, coordinación, agilidad, velocidad y fuerza muscular.
  7. Saber nadar puede favorecer la socialización y la solidaridad; tener nociones de salvamento y poder ayudar en una situación real es un valor agregado en el aprendizaje.
  8. El uso del bañador hace que se muestre la propia imagen, la real. Esto permite conocerse y respetar a los demás. Además, el contacto personal favorece las relaciones interpersonales y ayuda a superar miedos.
  9. En niños con problemas neurológicos y parálisis cerebral, el medio acuático a 28 grados de temperatura hace que los músculos y el sistema nervioso pasen del estado de tensión al de relajación.

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